sábado, 20 de septiembre de 2014

¿QUÉ HAY DE LO NUESTRO?

Hace unas semanas un amigo me contaba entre asombrado y un poco asustado un hecho que le había ocurrido recientemente, a mi me resultó cuando menos chocante, juzguen ustedes. Resulta que mi amigo estaba en una macro fiesta gay en una gran ciudad española, cuando, suertudo él, ligó con un chico bien parecido, ya saben como transcurre el ritual: cruce de miradas, acercamiento, intercambio de varias frases y sonrisas, besos y algún que otro manoseo, no siempre en ese orden, nada nuevo vamos. Después de varias horas, y sin que la cosa fuese a mayores, llegó la despedida con intercambio de números de teléfono. Mi amigo compartió con nosotros, sus amigos, que le había parecido muy simpático y agradable, además de que físicamente estaba muy bien, nada fuera de lo normal. Durante las siguiente semanas los dos muchachos intercambiaron varios whatsapps, un par de conversaciones telefónicas, todo parecía trascurrir hacia una amistad a distancia con una persona aparentemente interesante, hasta que para estupor absoluto de mi amigo llegó una pregunta inesperada, en una de sus conversaciones telefónica su interlocutor le espetó: "... bueno... y... ¿qué hay de lo nuestro?". Después de un largo e incómodo silencio mi amigo puso sobreponerse y responder: "bueno... somos amigos...¿no?", "... ahaa... claro..." respondió la otra parte. El resto de la conversación fue fría y muy distante, muy distinta a lo que venía siendo hasta ese momento. Sobra decir que ésta fue la última conversación que mantuvieron y que los whatsapps cada vez más fríos y distanciados también desaparecieron. Las siguientes reflexiones que mi amigo se hacía con nosotros eran: ¿lo nuestro?, ¿qué era la nuestro?, ¿ha habido un lo nuestro?, y, si lo ha habido, ¿yo no me he enterado?...interesantes pensamiento que me llevaban a mí a otros pensamientos, hoy en día que vivimos en un mundo dominado por las nuevas tecnologías pueden estar llegar a suplantar a las clásicas citas e incluso al contacto físico hasta el punto de llegar a no sólo a tener una relación virtual sino también a enamorarte de alguien a quien nunca has visto. Y la respuesta es sí, hay gente capaz de eso, para la gente de mi generación, ronde los cuarenta, es un poco difícil de entender, ya que crecimos en un mundo donde el contacto físico era esencial para casi todo, internet en casa era algo utópico y los móviles básicos gigantes y con politonos eran el no va más de la tecnología. Pero para las siguientes generaciones que ya nacieron con el móvil táctil de ultima generación y la Tablet en la mano es algo normal hacer gran parte de sus vida en la red: estudiar, conversar por skype con alguien que está al otro lado del mundo, comprar cualquier artículo, conocer gente y enamorarse. Sólo hace falta ver la cantidad de programas de testimonios donde infinidad de gente joven, y no tan joven, confiesan que conocieron a sus parejas por internet y que mantuvieron durante un tiempo una relación virtual. ¿ Y qué será lo siguiente?, ¿enamorarte de una aplicación informática?... si os parece algo demasiado surrealista, digno de la mente de Isaac Asimov os recomiendo que no dejéis de ver la película "HER".

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