miércoles, 5 de junio de 2013

VETO EN EL ESC

Moran Mazor, la joven representante de este año israelí no podía ni imaginar la que se iba a armar cuando se puso en contacto con varios estilistas para que la vistieran en el festival, uno de ellos Galliano respondió, y para sorpresa de la cantante su respuesta fue afirmativa. Su representante lo hizo público, y ella ya se visualizada vestida con un impresionante vestido del genial modisto gibraltareño, pero su sueño se frustró cuando la IBA vetó al diseñador, aún le resonaban los motivos del despido del artista de Dior, los comentarios antisemitas contra varios comensales de un conocido bar parisino. No debió de importarle a los responsables de la tv israelí las disculpas ofrecidas en su momento, ni tampoco que en ese momento Galiano se encontrase bajo efecto del alcohol y algún estupefaciente, presionaron a Mazor y ésta cedió y se encuentra de nuevo en busca de diseñador para tan esperado día. Y es que existe una maravillosa historia de amor entre los diseñadores y el festival, tanto para bien como para mal, los hay que han superado con nota su paso por Eurovisión y otros que han sembrado mucha controversia con la elección del modelo. Por recordar a uno que acertó de pleno, y no una si en varias ocasiones, es Jean Paul Gautier que vistió con dos espectaculares vestidos a la ganadora de 1998, Dana Internacional, primero lo hizo para la actuación con un preciso vestido metálico de brillos y después de la votación entre carreras la ya ganadora se cambió y mostró otra creación del francés, esta vez un ajustado y largo modelo negro con chaquetilla de plumas multicolores, ambas soberbias creaciones y que quedaron en el colectivo de nuestra memoria. Recientemente el artista francés ha vestido a la representante francesa Anggun que iba espectacular con corpiño (tan de la casa Gautier) dorado y falda extra larga de gasa que se habría para quedar al viento en una soberbia imagen lateral de la cantante. Sin embargo unos que, a mi parecer no acertaron, fueron Dolce & Gabbana el año pasado vistiendo a Nina Zilli, el look en general era un desastre, el vestido no le acababa de quedar bien, el maquillaje era excesivo y el pelo parecía una peluca barata, un despropósito sobre todo si comparamos ese look con el que lucio la noche que ganó San Remo, iba sencillamente maravillosa, muy retro años cincuenta que tan de moda esta ahora. Todo en la noche del festival fue un acierto, el vestido que resaltaba su cintura, su busto y sus piernas, el peinado muy final de los 50 comienzo de los sesenta, y el sutil maquillaje resaltando su expresiva mirada, y sobre todo la canción, ya que a mi parecer “Per sempre” era sublime. Otra que acertó en su elección fue la francesa Patricia Kaas que confió en Dior, y acertó de pleno, su modelo era un sencillo vestido corto negro con un hombro al aire que se marcaba fuertemente a su cintura, ella lo combinó con unos altísimos tacones, lo que parecían unos diamantes negros en modo gargantilla y el charme francés, et voilá la perfección se hizo sobre el escenario moscovita. En fin este veto sólo sirvió para que nos perdiéramos lo que podría haber sido otro momento maravilloso de unión moda-eurovisión, ya que la israelí apareció vestida por su peor enemigo con un diseño parecido al neopreno que resaltaba lo peor de su, ya de por sí, difícil anatomía. Sólo nos queda solicitar para el gran Galliano la “mitzva”, o mandamiento del perdón judío.

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