lunes, 24 de junio de 2013

SOY FAN

Al fin la justicia ha hablado, y lo ha hecho en boca de tres juezas, en Milán y condenan a 7 años de cárcel e inhabilitación perpetua a Berlusconi por haber mantenido, “sin ningún lugar a dudas”, relaciones sexuales con una menor pagadas. Aunque ésta no es la primera sentencia culpatoria para el dirigente italiano, después del verano es casi seguro que se confirme otra sentencia del Tribunal Supremo italiano condenándole por fraude fiscal a cuatro años de cárcel y cinco de inhabilitación lo que le obligaría a abandonar el gobierno, dejando a Italia, de nuevo, en una situación de ingobernabilidad. Pero no soy fan de esta situación (que podría, porque no hay político peor que este señor), sino de Beatrice Borromeo, y me explico: primero ponernos en situación, por si queda alguna duda en el aire de quien es la muchacha. Se trata de la novia de Pierre Casiraghi, hijo pequeño de la glamurosa Carolina, cuñada de Carlota “la divina”; también es hija de una importantísima familia de empresarios del país transalpino, que poseen desde 1813 una de las fábricas textiles más importantes del país (teniendo en cuenta que estamos hablando de Italia, país dela moda por excelencia, es mucha tela), y con un linaje aristocrático que se remonta a los Médeci. He de confesar que yo sólo la conocía por lo fabulosa que va siempre vestida, ya sea en el baile de la rosa de Mónaco, en alguna gala benéfica o paseando simplemente por la calle, porque hay que reconocer que la chica destila estilazo. Pero si rascamos un poco la fabulosa cobertura dorada aparece reluciente un enorme brillante talladito y todo, de proporciones fantásticas e incontables quilates. Para empezar es licenciada en Derecho y Económicas, con lo cual cabeza tiene, además de para llevar mechas carísimas, y tras un breve paso por la moda, con desfile para Valentino en la escalinata de Plaza de España de Roma incluida, paso a presentar un programa, “AnnoZero” en la Rai2, pero nada de moda o frivolidades varias, allí hablaba en directo y para una audiencia millonaria sobre política y la situación económica y social de su país, con un criterio acertadísimo. Y he aquí el motivo de mi fanatismo absoluto por ella, no dudaba en darle caña de todo tipo a Berlusconi, lo que además de todo lo anterior demostraba un gran valor, no olvidemos el enorme poder que este señor tiene sobre los medios en Italia, es más debido a las presiones que el canal soporto su programa fue cancelado tras dos años en antena, lo cual no la desalentó para nada porque siguió con su retórica esta vez en medios escritos y redes sociales, ya que, afirma, se siente más viva tecleando en su ordenador que en un acto social. (Perdón por la matización que voy a hacer, pero entre tanta petarda cabeza-hueca, ¿no es absolutamente divina y un soplo de aire fresco esta chica?) Su próximo proyecto, mientras sigue colaborando en temas de política con el semanario digital “Il Fatto Quotidiano”, es un reportaje sobre la mafia calabresa la ´Ndragheta para Newsweek, a la pregunta de si tiene miedo al hablar públicamente sobre esta organización ella afirma “no me preocupa. En Italia la mafia está en todas partes, y los periodistas tenemos el deber de decirlo.” Maravillosa sorpresa que me he llevado con Beatrice, y desde hoy y para los restos me declaro fan número uno suyo. A ver si la insustancial Olivia Palermo aprende un poco.

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